domingo, 18 de octubre de 2009

El Hambre


El hambre, una realidad innegable para cualquer persona con un poco de humanidad en el corazón. Al ver esta imagen se me seca la garganta y se me estremece el cuerpo de solo pensar en todas las cosas que suceden a diario en el mundo y de las cuales no estamos enterados ni siquiera un poco, ya que existen miles de personas(solo por decir miles, ya que bien podría decir que son milolones y millones ) que no ven el grado de incidencia que tiene el dinero y la forma en que es malgastada por personas ignorantes o ajenas a la razón de vivir. Son millones de dólares que cuestan el traspaso de jugadores sumamente habilidosos que solo saben hacer eso jugar y los inconcientes pagan por eso(qué degradado está el mundo y la forma de verlo, ya que esos dineros bien podrían ir a fondos beneficos para contraatacar la hambruna), y no solo en el deporte se vive esa realidad; lo es también en la música. Personas sin mucha inteligencia en la cabeza son capaces de gastar una buena suma de dinero para ir a un concierto y son incapaces de ver como iguales a las personas que sufren hambre en las callles, ya que nunca nadie les dijo cómo era el mundo y qué podrida está la humanidad. Somos capaces de ver que una persona está muriendo en frente de nuestros ojos y no haríamos nada por ayudar.

Siempre doy las gracias a Dios por tener un techo en el cual cobijarme de la lluvia, una cama a la cual llegar noche tras noche, unos padres que han sido bendecidos y que siempre, hasta ahora se han preocupado de que haya algo que comer. La vida tiene muchas etapas y espero que en alguna de ellas el corazón humano aprenda a dar gracias por lo que tiene, aprenda a sentir una contracción en el estómago cuando vea una persona pasando alguna necesidad, aprenda a dar importancia a las cosas que realmente valen la pena, aprenda que la vida hay una sola y es p0r ese motivo que es inmediato aprender a servir a los demás y a tratar en lo posible de ayudar y cambiar en nuestra forma de ser y de sentir.

Dios nos ama y quiere de sus hijos lo mejor, y eso es lo que nos va a hacer felices, el sentirse bien después de haber ayudado a un necesitado.