sábado, 6 de febrero de 2010

El Carnaval



Ahora que ya han transcurrido 22 de los años que podré tener, y de haber disfrutado muchas fiestas, entre las cuales he derrochado de forma infame el agua que quizá en un futuro podría hacerme falta, he recapacitado en lo que al juego del carnaval se refiere. Ahora se observan muchos cambios en el planeta, cada vez es más aterrador las realidades que viven países cercanos como Haití o abundantes lluvias que no paran en Brazil; pero en Ecuador y más específicamente en la Sierra están escasas las lluvias y con el calentamiento global no se sabe en qué momento la madre naturaleza querrá cobrarnos con creces el hacer uso indiscriminado de los recursos que poseemos.

La fiesta del carnaval debemos vivirla con un poco más de mesura, quizá los que algún momento lleguen a leer estas palabras me tomen como un aburido, peor no lo soy y planeo salir a caminar, hacer ejercicio en el parque de mi barrio, conversar con los amigos, etc, pero he de procurar no recurrir al agua como fuente de agrado al ver cómo se desvanece con el uso inconciente de ésta, y lo peor, es saber que muchas personas en otro lugar quizá estén muriendo por la falta de la misma y tal vez, aunque en contra de ello, sería que nosotros lleguemos a necesitarla en un futuro que a lo mejor no nos afecte pero puede que a nuestras semillas sí. Gracias Señor por hoy contar con agua para saciar mi sed.